ACTUALIDADNACIONALES

¡Haití se hunde! Enfrenta la crisis humanitaria más grave del hemisferio occidental  

SANTO DOMINGO, R.D.

La situación en Haití es extremadamente crítica. La violencia de las pandillas, el colapso de los servicios esenciales y la ausencia de un gobierno legítimo han sumido al país en un escenario de desesperación y caos.

Más de un millón de personas han sido desplazadas, muchas de ellas en repetidas ocasiones. Alrededor del 50% de estas son niños que sobreviven en condiciones inhumanas, sin acceso a agua potable, educación, atención médica ni saneamiento básico.

Las pandillas Viv Ansanm y Gran Grif, que controlan más del 85% de Puerto Príncipe, han sido catalogadas como organizaciones terroristas extranjeras por Estados Unidos. Se les responsabiliza de masacres como la ocurrida en Pont-Sondé, en octubre de 2024, que dejó al menos 115 muertos. Sin embargo, organizaciones humanitarias han expresado preocupación, ya que en muchos casos deben negociar con estos grupos para poder distribuir ayuda.

A la violencia se suma una creciente inseguridad alimentaria. Al menos 4.9 millones de haitianos sufren hambre severa, situación agravada por el colapso de la producción agrícola y el alza de precios. En el valle del Artibonite, conocido como el “granero de Haití”, la actividad agrícola se ha paralizado debido a la extorsión y las amenazas de las pandillas.

La respuesta internacional ha sido limitada. La Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMAS), encabezada por Kenia y compuesta por más de 1,000 efectivos, enfrenta serias dificultades operativas y de financiación. A esto se suma el impacto negativo de las deportaciones masivas desde países vecinos, como República Dominicana, que agravan la ya frágil situación humanitaria.

El colapso del sistema de salud es otro reflejo de la crisis: solo el 40% de los centros sanitarios en Puerto Príncipe están operativos, muchos de ellos con servicios mínimos. Más de 40,000 profesionales de salud han abandonado el país a causa de la inseguridad. Desde 2022, se han reportado más de 88,000 casos sospechosos de cólera, con más de 1,300 muertes confirmadas.

Según organismos internacionales, más de 5.5 millones de haitianos padecen inseguridad alimentaria aguda, incluidos 2 millones en situación de emergencia y 6,000 en niveles catastróficos. La violencia ha interrumpido las cadenas de suministro, destruido medios de vida y paralizado la actividad económica.

El acceso humanitario se ha visto severamente limitado por la violencia, la corrupción y el tráfico de armas, en gran parte procedente de puertos de EE. UU. Algunas organizaciones, como Médicos Sin Fronteras, se han visto obligadas a suspender operaciones en la capital tras ataques a ambulancias y amenazas a su personal.

En ausencia de instituciones funcionales y en medio de una grave inestabilidad política, Haití enfrenta una de las crisis más profundas de su historia moderna. La comunidad internacional debe actuar con urgencia. De lo contrario, miles de personas podrían sucumbir ante el hambre, la violencia y la falta de atención básica en esta nación que clama por ayuda.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba