AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Merhaba, arkadaslar, ¿nasilsiniz?
Nunca le digas a persona alguna que orarás por ella, por su situación, por su salud o problema, para no hacerlo, porque es mentira, y Dios odia la mentira.
La gran mayoría de las personas que te dicen que oraran por ti, tienen los buenos deseos e intenciones, pero no lo hacen, la promesa queda en el vacío, en el olvido y de seguro que jamás se sentó con su Biblia en la mano, ante el Santísimo, en su habitación a conversar con Dios y presentarte ante Él, y esto no porque sea mala persona, sino porque se ha convertido en una frase común, decir: “oraré por ti”.
Es importante que quien ofrece la oración sepa que es un pecado grave prometer a alguien que intercederá ante el Señor por sus dolencias y no hacerlo, pues usted está hablando mentiras, engañando e ilusionando al otro y usando a Dios como el caramelo que ofrecemos a los niños para que no lloren y nunca llega.
A Víctor Martínez le sucedía lo mismo, hasta que un día el Padre me lo reclamó y fue entonces cuando empecé a darle importancia a la oración de intercesión por los demás, a respetar el sufrimiento de los demás y a tomarme en serio una de las herramientas más efectivas, más poderosas y sagradas que Dios pone en nuestras manos para ayudarlo a transformar el mundo, la oración.
Tal como nos dice Santiago 5: “Confiésense sus pecados unos a otros y oren unos por otros para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz”.
Por eso tomo mi libro de oración y anoto de inmediato el nombre de la persona a quien prometí la oración, con fecha, y al orar voy leyendo y revisando cada persona, de la misma manera voy tachando nombres en la medida en que las situaciones se van resolviendo y agregando siempre nuevas personas.
Tengo un apartado para personas cercanas, hijos, nietos, familiares por quienes oro todos los días y de un tiempo para acá, he incluido a todos los Miembros de mi Comunidad de Amor que me hacen sus humildes aportes para ayudarme en esta misión de llevar la Palabra de Dios por el mundo entero.
He aprendido incluso a orar por quienes no me quieren, por personas que me han dañado y por quienes yo haya podido dañar, al fin entendí la Palabra de Dios, cuando Jesús nos dice: “Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, bendigan a los que les maldicen, hagan bien a los que les aborrecen, y oren por los que les ultrajan y les persiguen” (Mateo 5:43–44).
Jamás me imaginé que orar varias veces al día tenía un poder transformador tan inmenso ante la presencia de Dios, esto lo aprendí gracias al llamado a la oración de las mezquitas, en el que nos postramos, cinco veces al día.
Dios nos hace importantes revelaciones acerca de las personas por quienes oramos, y a veces te llegan a la mente o en algún sueño, personas olvidadas, a estos hermanos queridos los contacto para comunicarles el mensaje de Dios, gracias al Padre siempre han sido congruentes los mensajes y he podido hacer importantes advertencias, brindando acertadas soluciones.
Pido a Dios por las personas que escuchan este mensaje para que entiendan la importancia y lo poderosa que es la oración, para conducir sus vidas por el camino de la felicidad y para interceder por sus hermanos que sufren alguna situación.
Este mensaje ha llegado a todos ustedes gracias al apoyo recibido por nuestro hermano Roberto Escoto.
Hasta la próxima.
