Los cazadores de la DNCD
Por Augusto Álvarez
«Yo salí a pescar, una noche oscura, se me fue la lisa, después de segura», pero hacía falta tenerla en manos.
En sectores del gran Nueva York empieza a nevar, justamente cuando aquí oscuras ráfagas de tormentas políticas bloquean los sentidos.
No obstante, siempre un pero hace la diferencia, en este caso la apremiante búsqueda de César Emilio Peralta (César El Abusador).
El pasado fin de semana, agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas(DNCD), en el caso de Jarabacoa, sin la autorización judicial, peinaron en algunas zonas del Cibao.
Nos sentimos altamente complacido, siempre que las autoridades dan un golpe demoledor a los zares del vicio y la delincuencia, siempre que se actúe dentro del marco de la ley.
¿Pero cómo olvidar que mientras el cerco contra César El Abusador se cerraba, éste compartía en un local exclusivo de Punta Cana, infecto de agentes antinarcóticos?
Su foto, en plena diversión, apareció en un diario de circulación nacional, y los agentes de seguro, dijeron, «se nos fue de las manos».
Se murmura que los centros de diversión de cierto nivel, son una especie de santuario de vendedores y consumidores, y dicen que en la disco de Villa Consuelo, figuras importantes daban seguridad en dicho antro, donde solía visitar César El Abusador hasta recibir el soplo.
Las últimas actividades desbocadas de la DNCD, ¿a dónde conducen, a obligar al topo a moverse?
