Carta a Najayo y La Vitoria

Oportuna es la ocasión cuando el nuevo año da sus primeros pasos, y observando las nuevas construcciones que realizan para recepcionar «visitas», decir lo que sigue:
Como centros de corrección de conducta, ustedes, Najayo y La Victoria, cada día reciben a potenciales figuras que desde las sólidas comodidades que ustedes les brindan, en lugar de salir reeducadas, se reintegran más perversos y corruptos a la sociedad.
Ustedes, en su condición de jaulas receptoras, no formulan preguntas al recibir, aunque internamente murmuran «faltan muchos pejes en éste paquete».
En el paquetazo de Odebrecht, las más importantes piezas, se extraviaron en el papeleo antes, incluso, de confeccionar el mamotreto jurídico, aunque total ¿para qué perder tiempo en una justicia hecha a la medida?
Es posible que se trabaje después del proceso electoral pautado, en la reformulación del expediente de Odebrecht, donde no se visualizan culpables.
Mientras, Najayo, con la ampliación a tiro de hit, se espera a los potenciales nuevos visitantes.
Ahora, un nuevo caso podría estarse batiendo en alguna parte de la maquinaria oficial, y es ¿cómo respondemos al emplazamiento de César El Abusador?
La similitud del expediente de corrupción de Odebrecht, así como el que se refiere a César El Abusador, deja entrever la ropa íntima de las autoridades involucradas con la delincuencia, según se aprecia.
César Emilio Peralta (César El Abusador), además de ser bueno en su mundo, también es inteligente, pues en los escasos días en manos de los federales, aprendió a cantar, y está cantando.
Con las nuevas construcciones en Najayo, las piezas especiales del expediente de César El Abusador, que no pasen el filtro de la depuración, estarán con más comodidades.