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Remenee la mata, Presidente

Es un momento especial, oportuno para remenear la mata, y que caigan todas las frutas podridas, así como aquellas ligeramente contaminadas.

Es tiempo de remenear la mata, aunque el nombre sea diferente, de hecho tenemos un Primer Ministro, no tengas dudas, saque ese gabinete… ya han disfrutados demasiados de las mieles del poder y no los han hecho bien.

Aunque el Presidente no dispone de un hacha para cortar las manos a funcionarios electos, sí puede decirle a los que han hecho su agosto en otros meses, señores, ‘no más!

Usted sabes, Presidente, cómo fue la llegada a la administración pública, y por tanto, no se atreverán a alegar que tienen riquezas desde antes de ser favorecidos por un decreto.

Así también debemos decir que en pequeñas naciones, el narcotráfico y la corrupción marchan siempre cogidas de brazos, Señor Presidente, empiece a limpiar la casa, no importa quien venga atrás.

Qué espera, presidente Medina, cuando se armó el trompo al periodista Marino Zapete, solicitamos de Usted, parar eso, tal y como actuó ahora ¿quien le susurró no hacerlo?

¿El mismo que fue víctima de cacerolazo, hasta por sus propios vecinos? Algo, Presidente, que nunca se había visto en el país.

[El presidente Danilo Medina debe tomar en cuenta la célebre frase de que: Lo importante no es como se empieza, sino como se acaba.]

La gente hizo, Presidente, lo que nunca se había hecho.

En grandes naciones, mandatarios se ven envueltos en escándalos sexuales, e incluso, algunos han confesados haber utilizados drogas.

El pueblo conoce a cada uno de sus ministros, directores y otras figuras que adornan su administración. Sin embargo, al no poder volar en solitario, ahora la conjunción de fuerzas posibilitan un desahogo colectivo, y a usted, poder cortar las ramas del árbol que empaña a toda su administración.

Haga cambión, Presidente, por el bien de la sociedad, contra la corrupción, la injusticia, la impunidad, la inseguridad, en todos sus niveles.

Su obra de gobierno ha sido maravillosa, pero, de no remenear la mata, terminará como la peor y, entonces, olvídese del 2024.

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