De la ciudad intramuros a Gascue
Por Augusto Álvarez
La historia va poniendo cada hecho en su lugar, y al hacerlo, se produce el distanciamiento social.
Aquellos vecinos de la «zona intramuro» y poseedores de un cierto nivel económico, escalarían el muro, y desde la calle Doctor Báez, descubrieron un paraíso en el cual inicial nueva vida.
Rastreando la movilidad, alguien escaló los muros, y desde la calle Doctor Báez observó el paraíso terrenal, lo visitó y decidió poner las primeras piedras en lo que hoy es Gazcue.
Detrás de Francisco Gascue, siguieron otros adinerados de la época que deseaban romper con la arrabalización en la zona colonia, fue que se inició el Gascue de hoy.
Entre las razones de los adinerados que cohabitan revueltos en la zona colonial, para irse, fue la creciente arrabalización, el hacinamiento y un brote de tuberculosis sin freno.
Resulta difícil aceptar, que esas personas de poder económicos que huyeron de la arrabalización de la zona colonial, hicieron de Gascue el centro del poder político y financiero de República Dominicana.
En Gascue, el tirano Rafael L. Trujillo construye el Palacio Nacional, también su lugar de residencia.
Los ex mandatarios, los dueños del poder económico, historiadores, todos han establecido residencia en Gascue, una exquisita barriada que se tambalea por su arrabalización gradual.
Con el paso del tiempo, aquellos que huyeron de una zona colonial cuasi arrabalizada y se instalaron a la paradisíaca «ciudad jardín» y asientos de mandatarios, ¿se quedan o emigran?
Y esto, porque la historia, también se ha ensañado contra ellos, filtrando la melodía de arrabal a un Gascue que nunca resistió la pobreza.
