Lugares de grande$$$ amores

Por Augusto Álvarez
La avenida José Trujillo Valdez (ahora Av. Duarte) fue durante un buen tiempo, una pasarela de la prostitución, al más bajo nivel.
¿Cómo pudo serlo en una vía con el nombre del padre del tirano Rafael Trujillo, el presidente de la República?
En esa misma vía, casi esquina, en las proximidades de la Barahona, se encontraba el Toldo, para una clientela más al rojo vivo que donde Tony Echavarría (Cambumbo)
No se deprimían quienes andaban a la caza de un rápido romance, pues siguiendo la ruta, llegaban hasta la calle Ravelo, en busca de El Timbeque, Las Honradas y esa muralla del placer sin freno que fue Borough Hall.
La ciudad fue, para la década de los 50, un extraño mundo en el cual las excentricidades de la tiranía se entremezclaban con la extrema pobreza, y una invisible represión, que únicamente a un nivel se apreciaba.
Justo es señalar que la industria de la prostitución no estaba limitada al actual Distrito Nacional, pues se extendía hasta donde el olfatear represivo entendía necesario.