Jimmy Sierra, ¿quién calzarÃa tus botas?

De vientres diferentes, pero hermanos en la cotidianidad de una época en la cual se imponÃa combatir en diversos frentes, asà nos forjamos con Jimmy Sierra.
Eran tiempos difÃciles, en los cuales la gran sombrilla de la revolución! cubrió a Carlos Dore, Diomedes Mercedes, los hermanos Corona, y algunos que confundieron la ruta y luego decidieron cambiarla.
Es probable que mi hermano Jimmy perteneciera a la época en que se reclamaba el 5 por ciento para la UASD, o el cacique en la FED ¿SantamarÃa?, siempre, al margen de la polémica de los atomizados grupos polÃticos. Jimmy Sierra estuvo ahÃ.
Rectores, con los cuales compartió (polÃticamente hablando), no motivaron a mi hermano Teórico a modificar su agenda de vida, tampoco a romper sus relaciones personales con quienes aceptó en amistad.
Un dÃa recibà un video llamado, en Nueva York, de Jimmy, invitándome a un hotel para que saludara a una persona, pero luego de esperar media hora, me marché, sin saludar a quien él deseara.
Ya en suelo patrio, acompañamos a Jimmy Sierra a la exposición de IdolatrÃa.
Antes de emprender su viaje de ida, en el Club Universitario, Jimmy me gritó: “¡Llámame Potro!»
Mi relación con Jimmy Sierra, al igual que otras figuras de aquellos tiempos, sólo una muerte, la separa.