Transporte de pasajeros viola protocolo de Covid-19
Por Augusto Álvarez
El Gran Santo Domingo y Santiago, constituyen el principal foco del COVID-19, por la concentración de personas y el transporte público.
Conductores sin mascarilla, y cuando la usan dejan la nariz fuera, y los pasajeros suelen guardarla para comer, beber y hasta para llamar por teléfono, ante la mirada de indiferencia, de qué me importa, de cualquier agente a bordo.
El trasiego de personas en el transporte colectivo, violentando el protocolo sanitario, es el punto de partida para expandir el letal coronavirus.
[En su boletín número 186, dado a conocer el lunes, el Ministerio de Salud Pública ubicaba al Gran Santo Domingo (Distrito Nacional-provincia Santo Domingo), con 52,284 casos positivos acumulados de un total de 108,783. Santiago acumula 12,306 casos.]
Los conductores tienen la responsabilidad primaria, de exigir el correcto uso de la mascarilla a los usuarios, y si no desean hacer caso, desmontarlo o dar aviso a cualquier agente de la autoridad, si es que aparecen.
Además, parecería que precisamente la autoridad sigue arrodillada a los transportistas, pues el distanciamiento pasó a la historia, y ahora agregan más asientos.
Si las autoridades dedican algo de atención al transporte colectivo e instalan discrecionales chequeos en las distintas rutas, se aplanará con mayor rapidez la curva del coronavirus.
Y agregando en la Duarte con Paris y su entorno, un esfuerzo concentrado con las autoridades municipales, aunque parezca un acto represivo, se estará privilegiando la vida.
Apretar las restricciones en el transporte público, que ya ha vuelto a operar como en los tiempos anteriores a la pandemia. Es necesario fortalecer la lucha para disminuir su letal expansión.
