REFLEXIONES: Seres de luz en la tierra
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola amigos, ¿qué tal? Hay seres humanos que han entendido la trascendencia de su existencia y la misión que han venido a cumplir en el planeta tierra, para ayudar en la transformación del mundo.
Seres de luz, que para mantener su santidad deben luchar fuerte ante el flagelo del pecado, del cual no están exentos por ser humanos, ellos siempre brillan e iluminan a los demás, no se quedan en la oscuridad, ni se dejan vencer por el mal, levantándose fortalecidos después de las caídas.
Es aquí cuando su sonrisa, sus buenas vibras, sus energías, contagian a los demás, haciéndoles sentir importantes, valiosos, amados.
Por sus labios jamás sale una palabra obscena, jamás maldicen, ni desean mal a nadie, ellos conocen el poder del pensamiento expresado a través de la palabra, saben filtrar lo que entra en sus mentes y corazones.
Cuando se expresan y se dirigen a un alma afligida, solitaria, necesitada de amor, porque ellos sienten sus bajas vibraciones, es cuando dicen: “que lindo fue conocerte, me gustan tus energías, es divertido compartir contigo, me encanta conversar contigo, gracias por ser como eres, eres un ser maravilloso, que linda y que bien te queda esa ropa, eres especial”, de esa manera le transmiten al otro sus pensamientos, expresiones y vibraciones, para dejar sembrado en los corazones una pincelada de paz, de amor, de alegría.
Así actúan los seres de luz, viven buscando por quien orar, a quien ayudar, a quien hacer feliz y nunca se acuestan a dormir sin haber hecho una obra de caridad.
Si en tu camino te tropiezas con uno de esos seres de luz y por casualidad notas que está caído, algo apagado o extraño, es por que Dios te está usando para recordarle como nos dice Mateo 25, que debe echar aceite a su lámpara para mantener el fuego encendido, de esa manera estarás ayudando al Padre a rescatar a uno de sus seres de luz, recuérdalo ellos aún están en una dimensión terrenal, son humanos.
Víctor Martínez pide a Dios desde lo más profundo de su alma, me haga cada día más humilde, me de más sabiduría divina, y me otorgue la dicha de llegar a tener un corazón puro, con espíritu firme, para ayudar y animar los corazones de las tantas personas buenas, así como tú, que a diario descubro, quienes sin ser seres de luz, podrían ayudar al Padre, en la transformación del mundo.
Hasta la próxima.
