REFLEXIONES: Una mujer fuera de serie

AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola amigos, ¿qué tal? Un día como hoy nació una mujer fuera de serie, y cómo todos tenemos o hemos tenido una de estas especiales mujeres, hoy deseo mencionar la mía, mi madre Laura Escoto.
Ella quien ya no está conmigo físicamente porque la llevo en mi corazón y la siento en su dimensión de al lado, era una mujer de gran corazón.
Muy sufrida por los atropellos de la tiranía, jamás sanó el dolor causado por los vejámenes, torturas y perdidas sufridos en la familia. Pienso que todo esto la convirtió en la mujer sensible a las necesidades de los demás que siempre fue.
Esta mujer de carácter fuerte, imponente, siempre activa, inquieta y luchadora implacable contra la tiranía, siempre trabajaba en la clandestinidad con sus hermanas para reforzar la lucha de sus hermanos y sobrinos en contra del régimen.
Termino su vida entre libros, entregada a su Iglesia, viviendo de los recuerdos y esperando siempre la visita de sus hijos y nietos.
Recuerdo cuando le decía que todavía podía levantarse un don, pues llevaba 20 años viuda, que su respuesta siempre era, “que ella era mujer de un solo hombre”.
¿Y por qué una mujer fuera de serie? Sencillamente porque es la mía, mi madre.
Víctor Martínez espera que todo el que lea esta reflexión de hoy eleve su mirada hacia su madre, sin importar donde esté y la mire con ojos de compasión, la perdone si tiene algo que perdonarle, la valore, y si aún la tiene a su lado, la bese, la abrace, la acaricie y le diga cuánto la ama. Si ya ha partido a su otra vida, entonces conviértela en una mujer fuera de serie, recordándola con admiración, pues esa es la tuya.
Dios bendiga de manera especial hoy, a todas las madres.
Hasta la próxima.