Frases de un ayer luctuoso.

Recientemente leímos: «no se metan  con los guardias…». A esa frase sólo faltó agregar: «Recuerda, los guardias leen como quiera «.

Como se observa,quienes se aferran al viejo dicho de los militares trujillistas,omitieron la posición de Estados Unidos, y así  lo expresó un funcionario gringo al dar su apoyo a la batida anticorrupción, e incluso llegar a la extinción de dominio.

Los involucrados en actividades corruptivas de altos rangos, pese a estar formados por el Tío Sam, olvidaron que Estados Unidos suelen tener amores con todas las naciones y hasta con grandes figuras, pero con ningunas se casan.  

Ahora la administración del presidente Luis Abinader disfruta del apoyo norteamericano en la lucha contra la corrupción, y a partir de la detención de un legislador en Miami, así como de otros en la mira, la vista del águila imperial se amplió y llegó a los cuarteles, y ahí están los resultados.

Por cierto, haremos un paréntesis para recordar que el diputado preso en EE.UU. por narcotráfico, sigue siendo legislador en República Dominicana a pesar de llevar unos seis meses tras las rejas. Recordando a Trespatines: ¡Ofrezco, cho, y qué es esto!

Sueldos que apenas posibilitan la adquisición de una residencia financiada, se multiplicaban por miles como por arte de magias, y si los controles internos no se daban por enterados, los sabuesos de la embajada con olfato especial y visión de águila, sí que estaban al corriente de todos.

¿Recuerdan que en algunos operativos de la PEPCA participaron agentes de la DEA y el FBI?

Así se ha podido llegar a santuarios corruptivos, en tiempo en que todavía militares de la caverna repiten: «Con los guardias no se metan… »  Y en realidad, a los hombres y mujeres de uniformes y honestos, nadie los ha involucrado, los corruptos se involucraron ellos mismos.