REFLEXIONES: El Angel Gabriel y el profeta Muhammad

AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? “La orden que cambió el curso de la historia fue dada por Dios, a través del ángel Gabriel, a un analfabeto. “No sé leer”, respondió aterrado Mujámmad, inocente del destino para el que había sido preparado toda su vida. “¡Lee, en el nombre de tu Señor, quien ha creado todas las cosas!”, le replicó el ángel.
A sus 40 años, el Profeta Mujámmad era muy conocido en su ciudad, La Meca. Todos sabían que era un comerciante exitoso y honrado, dirigente de caravanas, esposo de una rica empresaria mayor que él, y le tenían un profundo respeto. Lo apodaban “El Confiable” y era famoso por su Prefacio, su honestidad y su habilidad para la mediación de conflictos. Su palabra valía más que cualquier contrato. Pero había una virtud que no poseía: a su edad, resultaba evidente para todos que Mujámmad no era un gran orador ni un poeta.
Un día, por un milagro que en un comienzo muy pocos aceptaron, Mujámmad superó a todos los grandes oradores y poetas, e hizo temblar la estructura social de La Meca desde sus cimientos, con una recitación tan excelsa, hermosa y magnífica, como revolucionaria y radical.
Decía: “Los hombres no son más valiosos que las mujeres ni lo contrario. Los árabes no son mejores que los no árabes ni lo contrario. Los blancos no están por encima de los negros ni lo contrario. Los ricos tienen la obligación de ayudar a los pobres, las mujeres son libres de tener posesiones y comerciar, y todos tienen derecho a la educación y a una vida digna. No existe más que un único Dios verdadero, que no tiene forma humana, que no puede ser representado en forma alguna, y que es tan Compasivo como Justo, tan Poderoso como Benévolo, tan Severo como Amoroso. Y nadie, ni reyes ni profetas, ni artistas ni indigentes, ni sabios ni empresarios, absolutamente nadie está por encima de la Ley de Dios ni tiene derecho a cambiarla en lo más mínimo”.
Víctor Martínez te lo recuerda hermano cristiano, nadie está por encima de la Ley de Dios, ni tiene derecho a cambiarla en lo más mínimo, es esta la razón por la que las tradiciones, los mandatos del Padre, sus preceptos, valores y principios nunca serán obsoletos, por más tecnología y supuestos avances del mundo moderno.
Mañana continuaremos conociendo a Mujámmad.
Bendiciones.
Hasta la próxima.