Reflexiones: Primero lo primero
Hola amigos, ¿qué tal? Deuteronomio nos invita a guardar los mandatos del Señor, a comportarnos según lo que Dios manda, a enseñar y conducir a nuestros hijos y nietos por los caminos del Padre, ensenándoles que el Señor es sólo uno, y que debemos amarlo con todo el corazón, toda el alma, todas las fuerzas.
En la medida en que aprendamos a expresar con los labios y el corazón: “Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza”, como lo dice el salmo 17, estaremos trayendo a nuestros hogares la presencia del Espíritu Santo y recibiendo la fortaleza que todos necesitamos para estar protegidos y bendecidos, para enfrentar las pruebas de esta vida.
La carta a los Hebreos de hoy, nos puntualiza cómo todo el que se acerca a Dios por medio de su hijo Jesús se puede definitivamente salvar, pues Él es el mejor intercesor ante el Padre.
Terminan nuestras lecturas con san Marcos insistiendo una vez más en el amor que nuestra familia debe profesar al Padre, quien debe estar por encima de todo, siempre primero en nuestras vidas, cumplir primero con Dios, antes que la diversión, el descanso, la comodidad, las vacaciones, las cosas materiales, primero lo primero, luego preocuparnos por el prójimo, amarlo como a nosotros mismos, ejerciendo la caridad, dando amor, compartiendo, esto vale más ante el Padre que todos los sacrificios, oraciones, Misas, reuniones de comunidad, etc.
Víctor Martínez te pregunta ¿De qué vale todo eso sino haces nada por tu prójimo? ¿Dios es lo primero en tu hogar?
Hasta la próxima.
