Para los mayorcitos.

Hola amigos, ¿qué tal? A medida que entramos en edad y nos vamos poniendo mayorcitos, sentimos de vez en cuando tristeza en nuestro corazón.
Es una especie de temor frente a la vida que merma nuestra felicidad. Empezamos a pensar que cada día esbozan más nuestros límites y que tarde o temprano todo termina. Está llegando la vejez, temo enfermarme y a veces hasta pensamos de qué vamos a morir y cómo serán nuestros últimos días.
Víctor Martínez te sugiere no abrigar en tu alma y corazón estos sentimientos, tienes que aprender a soltarlos y proponerte disfrutar más de la vida, compartir más con tus amigos y familiares y practicar más la caridad.
Recuerda que la tristeza expulsa la presencia de Dios, la actitud negativa frente a la vida, el pesimismo, nos trastornan de tal forma que nos alejan de Dios.
Baila, canta, goza, ríe, viaja, pasea, comparte y alaba todos los días al Señor.
¡Ah! Y recuerda que si tienes 80 años te podrían quedar aún 15 por vivir, así que deja esa negatividad y no estés llamando la muerte, que aún no te toca.
Hasta la próxima.