Reflexiones: Habla una madre agradecida
“Ayúdame a salvar una vida”
Hola amigos, ¿qué tal? Recibí esta cartica de una madre que con mucha humildad ha querido reconocer su error, solo transcribo algunos párrafos:
Apreciado don Victor:
“Siempre he recibido sus mensajes e invitaciones a todas las conferencias y talleres que usted imparte, en tiempos pasados le protesté por considerar que eran elevados los precios que usted cobra por sus servicios, entendí con su respuesta que cada uno pone precio a su trabajo y que el valor no solo se mide por lo económico, no me sentí cómoda sobre todo cuando usted me externó que enviara a mi hijo sin pagar, que usted lo recibiría con mucho amor.
Hoy le confieso que después de enviar a mi hijo a su último taller reconozco que he sido una tonta, pues ver como mi hijo regresó lleno de felicidad, con su autoestima en alto, dispuesto a cambiar y deseando el próximo taller, me fue de mucha satisfacción. Y pensar que estaba tan triste, aislado, extraño, ha vuelto a ser mi hijo de antes.
A veces gastamos dinero de más en viajes, compras, super, diversiones, video juegos y disparates, y nos pesa tanto pagar unos pesitos por un curso o taller de crecimiento para formar a nuestros hijos, estas experiencias no tienen precio.
Mis disculpas, don Víctor por no saber apreciar el valor de su trabajo, Dios lo siga bendiciendo.”
Gracias doña María, aunque usted no lo crea, así hemos salvado muchas vidas.
Dios bendiga a mis muchachos.
Hasta la próxima.
