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Extraña semana cristiana

El domingo de Ramos, monseñor Francisco Ozoria puso los puntos en su justo lugar, al advertir los riesgos dictatoriales observables en el gobierno.

En esa misma dirección, grandes medios periodísticos concibieron con el líder de la Iglesia Católica y otros religiosos, en sus notas editoriales.

Al día siguiente, la iglesia y la cultura en Francia observaron cómo el fuego consumía la basílica de Notre Dame, un símbolo de la cristiandad en el corazón de París.

Luego y en un escenario hispano, el ex presidente peruano Alan García, se suicidó para no enfrentar la justicia que lo implicó en los escándalos de Odebrecht.

Pisando los talones de Alan García, el también ex presidente Juan Pablo Kuczynski, en el mismo Perú, también terminó en prisión (con pausa en un hospital), bajo la misma acusación de aceptar sobornos de la Odebrecht.

Y como el crimen no para, un sujeto quizá con ideas siniestras, fue sorprendido en la catedral de San Patricio, en Nueva York, aunque se dijo que en Nueva jersey, enfrentó problemas legales.

Ahora, un fuego en una iglesia de Miami, cuyo origen se determina, enrarece más una Semana Mayor, que desde ya podría ser de los peores recuerdos.

Primeramente Notre Dame, en Francia, luego San Patricio, en Nueva York (se habló de rondas hecha en NJ por el profesor apresado en NYC), y ahora Miami ¿agresión al catolicismo?

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