Reflexiones: La diferencia está en la Fe

No obstante, debemos conocer las cualidades de quienes logran desarrollar el don de curar que todos poseemos. ¿Las compartimos?:
Debes conectar con la Fuerza Divina o Dios, o como tú le llames; y luego, debes realizar conexión profunda con la Fuerza Interna de cada persona.
Podemos aprender a sanar a los demás y ha curarnos a nosotros mismos, de males físicos, mentales o emocionales.
Luego de conectar con la Fuerza Divina estando en gracia de Dios y renunciando al pecado, debes poner tus manos en actitud de oración, primero juntas y luego separándolas, pidiendo al Espíritu Santo que las energías divinas toquen tus manos.
Sopla tu aliento en cada una de las palmas de tus manos, estando juntas, frótalas con suavidad, sepáralas de nuevo y realiza una plegaria de sanación, pidiendo paz interior, sabiduría, humildad y amor.
Si sentiste algo extraño en tus manos, ardor, o en tu cuerpo o tu corazón palpitaba sintiendo amor y pasión, posiblemente estés listo.
Víctor Martinez compartirá mañana otras señales que te dirán si estás listo para la sanación.
Hasta la próxima.