Caso Odebrecht en RD cojea y podría quedar inválido
Por Augusto Álvarez
Las autoridades peruanas, apoyándose es un ministerio público interesado en purificar la administración pública, ha logrado descodificar nombres.
¿Requiere un ministerio público tener tras cual quesea su actuación de una férrea voluntad política en un país, él es nombrado por el Poder Ejecutivo?
La fiscalía peruana se metió en la boca del lobo, y desde ahí empezó a extraer cada pieza corruptiva con la cual se empuercaron funcionarios limeños.
Naturalmente, otras naciones, con el soplo de Estados Unidos, y la «cooperación» de Brasil, de existir interés político, habría podido hacer algo, y ayudar a adecentar la justicia.
En el caso particular nuestro, la fiscalía únicamente tendría que recorrer medio camino, el restante, El Informe se lo realizó.
Lógicamente, el huracán Odebrecht y la tormenta Punta Catalina, han provocado la caída de algunas frutas podridas, aunque la impunidad le mantiene alejadas de un régimen de consecuencia.
¿Es asimilable para la Fiscalía dominicana tomar prestado el brazo largo de los investigadores peruanos?
Quizás el peso de las implicaciones políticas pese más, a la hora de conocer quiénes son los personajes ocultos con nombres codificados.
Lo que sí estamos seguros es que el ministerio público dominicano debe copiar las cosas buenas de sus colegas peruanos, aunque reconocemos, que si eso sucede en estos momentos, hasta su mismo titular volará. Y esos es, precisamente, lo que ya él no quiere.
El caso Odebrecht, en nuestro país, ha sido utilizado como un arma política en favor de quienes, en el horizonte se ven como los más enlodados.
Por eso los dominicanos decimos… No son todos los están, ni están todos los que son. El caso Odebrecht en Dominicana está grave, cojea, casi está a punto de quedar inválido.
