Reflexiones: Señor, date prisa en socorrerme
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Hola amigos, ¿qué tal? Nos dice el salmo 39, “Señor, date prisa en socorrerme, tú eres mi auxilio y mi liberación, Dios mío no tardes”, y es que muchos esperamos con ansias al Señor, cuando tenemos grandes calamidades, y estamos desesperados, sin embargo, a pesar de que Él se inclina y escucha nuestro grito, nos levanta sacándonos del fango y afianzando nuestros pies en roca firme, para que aseguremos nuestros pasos, somos mal agradecidos.
Una vez superada la situación con la ayuda de Dios, nos olvidamos de Él, no lo visitamos, no dirigimos nuestra mirada en busca de su rostro, no extendemos la mano al prójimo y quedamos inmersos en nuestro mundo egoísta, olvidando aquellos momentos difíciles en los que tuvimos que clamar al Padre en nuestra desesperación.
Víctor Martínez piensa que, a pesar de la gran misericordia de Dios y su extraordinaria capacidad de comprendernos y amarnos, debemos ser cuidadosos no irrespetándolo, ni desobedeciendo sus mandatos.
Gracias Padre por las veces que has acudido a mí, mostrándome tu amor, tu misericordia y el camino que he se seguir, acude hoy a quienes en su desesperación te están gritando, “Señor date prisa en socorrerme”.
Hasta la próxima.
