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Un ruego por la vida

Observamos cómo una presentadora de televisión se esforzaba buscando solidaridad económica para salvar una vida.

E inmediatamente giramos la vista a la vergonzante millonada obsequiada por el Estado a los partidos que acudirán a las próximas elecciones.

Y continuaba la exquisita comunicadora tras la búsqueda de patrocinadores interesados en salvar una vida,

En la tradicional regalía millonaria del Estado a los partidos, el obsequio de pica-pollo y habichuela con dulce, parecería al político, más importancia que salvar la vida de un niño.

Con la reducción de lo que invierte un político en un solo día en publicidad ¿cuántas vidas podrían salvarse?

Muy bien que se vaya al mismo pueblo para evitar que una vida se nos vaya, pero ¿nos crea indignación ver cuando los corruptos se roban los que pertenece a ese pueblo?

Los aportes que desprendidos ciudadanos puedan hacer para impedir se pierda una vida, es algo que se agradece profundamente.

Siempre el pueblo (cuando se recolecta dinero) debe cargar con la mayor parte ¿recuerdan que el régimen de Trujillo pedía un chele para la Basílica?

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