Reflexiones: Ser sumisos
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Hola amigos, ¿qué tal? Sumisión se refiere a la actitud que toman los individuos que se someten a la autoridad o voluntad de otras personas sin hacer cuestionamientos.
Las personas sumisas toman una postura de subordinación y acatan todas las órdenes que les dan sin hacer reproches o quejas, aun cuando están en desacuerdo con lo que deben hacer. Una persona sumisa no es una persona humillada o esclavizada y para no sentirse así hay que tener una inteligencia emocional muy superior, sin sentimientos de inferioridad y un espíritu de servicio muy noble, además de amar mucho.
Entre los contextos en los que se puede dar la sumisión están las relaciones familiares entre padres e hijos, en relaciones de pareja o en relaciones laborales entre jefe y empleado. En estos casos las personas sumisas se someten a las órdenes del otro. Asimismo, en las relaciones sexuales existe la sumisión en un conjunto de prácticas que implican el dominio de una persona sobre otra. Unos sienten placer al ser dominados, otros al ejercer el dominio.
La persona sumisa se caracteriza por ser humilde, dócil, obediente, subordinada, servicial, frente a su jefe, pareja, amigo u otro. Por ejemplo, un hijo es sumiso ante sus padres ya que, debe cumplir y acatar sus órdenes.
Víctor Martínez piensa que para vivir en paz debemos ser sumisos los unos con los otros, como lo dice la Palabra de Dios, esposos, padres e hijos, jefes, sin atropellos. Pero sobre todo ser sumisos a nuestro Dios.
Hasta la próxima.
