Septiembre un mes especialmente, de gratos y amargos recuerdos
Por Augusto Álvarez
Tradicionalmente, septiembre se caracteriza como punto de partida de grandes acontecimientos.
Para saber algo de él, recordamos que el primer día del 9 mes, en 1939, se inició la Segunda Guerra Mundial (algunos dicen fue el tercero).
En esa fecha, los alemanes atacaron a Polonia, a quien Inglaterra había prometido proteger de agresores.
Tan traumático resulta para muchas personas e historiadores, que la princesa Diana prefirió no ver dicho mes, el quedó atrapada por la muerte, un 31 de agosto.
En el mismo mes, un conjunto de naciones centroamericanas, en especial, los mexicanos se vistieron de gala (la batalla de Puebla) para dar brillo a la inspiración libertaría.
En el caso concreto de República Dominicana, las fuerzas del mal se fundieron en un esfuerzo, y derrotaron un 25 de septiembre, al gobierno del presidente Juan Bosch.
Ese golpe cívico-militar, se fue añejando, y dos años más tarde, explotó la ira popular e hizo posible el Abril Insurrecto.
Y en vista de que la iglesia ha estado involucrada en los principales hechos históricos de nuestro país, años, muchísimos años antes, en el calendario, la memoria nos recuerda el 24 de septiembre, y la batalla del Santo Cerro.
Ahí donde los colonizadores explotaron la ignorancia de nuestros primitivos pobladores, inventándose, una virgen, hoy patrona de La Vega.
Es probable que la chepa o casualidad histórica nos presentan al líder chino coincidiendo en natalicio con el expresidente Joaquín Balaguer… quién sabe.
