Las pacas y la pobreza

Por Augusto Álvarez
En medio de la extrema pobreza, así como los que estorba a la clase media y más arriba, el negocio de los «panchos» se internacionalizó.
Es legal y abundante en Estados Unidos, especialmente en Nueva York, donde existen tiendas exclusivas para vender ropas usadas.
Aquí, el negocio de ropas usadas nos llegó de la frontera común, e incluso, algunos comunicadores se beneficiaron haciendo buenas compras.
Muchos famosos en el mundo de las artes, acostumbran realizar donaciones a instituciones sin fines de lucro, pues como se supone, resulta cuesta arriba a una diva, repetir vestimenta.
¿Existe algún peligro adquirir ropa usada? En la lucha por la subsistencia, nada es mejor ni peor, sino igual, y a decir de un trovador, nadie se muere un día antes ni después.
Las necesidades extremas, la hambruna, producen más muertes que el uso de una ropa usada, aun cuidar la higiene, tratarla con mucho detergente es importante antes de usarla, mas cuando se ignora de que murió el propietario original.
Antes adquirían los interesados, ropas de los pulgueros, discretamente instalados, ahora se obtienen, básicamente, desde Nueva York.
Además, cuando está en público ¿quién sabe si lleva puesta ropa de paca?, como beneficiario(a) de la pobreza, da igual.