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Acusan Mesa y a Camacho de dirigir represión en Bolivia

Renuncia ministro de Defensa

LA PAZ.- El ministro de Defensa de Bolivia ha renunciado a su cargo, tras acusar a los líderes de la oposición de “aumentar el calibre de la represión del pueblo”.

“Renuncio al cargo de ministro de Defensa dejando en claro a Bolivia y el mundo que la voluntad nuestra, la del capitán general de las Fuerzas Armadas y de este ministro fue siempre preservar la institucionalidad de nuestras Fuerzas Armadas al servicio de la población”, señaló Javier Zavaleta López, en un vídeo difundido el lunes.

A través del vídeo publicado en la cuenta de Twitter del Ministerio de Defensa, Zavaleta López aseguró que los mandos bolivianos nunca han ordenado ni ordenarán a sus soldados el uso de la fuerza y las armas contra el pueblo.

Responsabilizó, asimismo, a los líderes opositores, el excandidato presidencial Carlos Mesa y al dirigente regional de derechas Fernando Camacho, del aumento de la represión, luego de la dimisión del presidente Evo Morales y la salida de las Fuerzas Armadas a las calles del país.

“Señor Carlos Mesa, señor Fernando Camacho, un asunto político no se resuelve aumentando el calibre de la represión, las balas no son la respuesta ni la solución a un problema”, advirtió.

El ya exministro de Defensa boliviano negó haber dado la orden de movilización de las Fuerzas Armadas o de la activación del Plan Sebastián Pagador para resguardar los servicios públicos. “Por lo tanto la responsabilidad de tomar las armas contra el pueblo será de aquellos que tomaron esta decisión”, indicó.

Con estas declaraciones, Zavaleta López reaccionó a la medida anunciada el lunes por el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Bolivia, el general Williams Kaliman, de poner en las calles a los militares para reforzar a la Policía ante la ola de violencia y vandalismo que se está extendiendo en gran parte del país, tras el golpe de Estado orquestado contra el presidente Evo Morales.

Morales renunció el domingo a su cargo tras un golpe de Estado dirigido por la oposición, que en ningún momento reconoció su reelección en las elecciones del 20 de octubre. Una avalancha de dimisiones ha secundando la medida de Morales; algunas se produjeron debido a amenazas y agresiones de los grupos opositores.

Diferentes países, como Rusia, Cuba, Venezuela, Nicaragua y Uruguay, han condenado el golpe de Estado en Bolivia. El Gobierno mexicano ha otorgado a su vez un asilo político a Morales, quien partió el lunes hacia el país azteca, pero aseguró que “regresará con más fuerza y energía”.

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