Agrio encuentro con el pasado
Por Augusto Álvarez
Quizás permanecer 5 minutos para dar un abrazo al pasado, luzca extraño. Sin embargo, constituye una muestra de formación y templanza.
Un abrazo ante el dolor, un suspiro colectivo por quien se ha marchado y no estará en cada fecha especial, es tarea de un hombre que se ha insertado en la historia nacional.
La educación privilegiada regresó y dio un abrazo a un pasado traumático de figuras en un escenario político real.
Antes de que el fallecido padre del jefe de Estado fuese trasladado a su destino final, en los tradicionales ceremoniales de la funeraria, el hasta siempre, al padre, no podía faltar.
Al calor de miradas hirientes, así como de otras no tanto, escrupulosos susurros, el doctor Leonel Fernández, con su presencia, justo cuando la solidaridad humana lo exigió, abrazó al presidente Danilo Medina.
Al nivel y el lugar de los funerales de una pieza del engranaje presidencial, la retaguardia política se autoexcluye, pues antes de que la seguridad se lo impida, es recomendable mantenerse al margen.
Resulta difícil suponer que en especial contacto de la funeraria, algún discreto intercambio telefónico para un «hablamos luego», se haya producido, mientras, los intelectuales presentes… siguen cabalgando sobre el costillar de rocinante.
