Gonzalo, el que calla, otorga…

Por Augusto Álvarez
«Ellos piensan por mí…»
Es lo que podría pensar, siempre que los periodistas traten de preguntar al señor Gonzalo Castillo y recule y no responda.
Aún no hemos tenido la oportunidad de ver a un candidato que se asuste, a la hora de referirse a un tema político, luego de haber estado por más de 40 años inmerso en ese quehacer.
Los profesionales de la ingeniería que ordenaron abrir la tierra para posibilitar la construcción de los tunes ¿se escaparían al preguntársele que hicieron con la tierra removida?
[“El que calla otorga”, viejo refrán, que da entender que quien no presenta ninguna objeción sobre lo expresado por otra persona, sino, por el contrario, calla, entonces está dando la razón al otro.]
Naturalmente, cuando se pregunta a un dirigente político, el interés no es conocer de ningún amorío del pasado, sino de él, políticamente.
Creemos que a ningún periodista le interese saber si al exministro de Obras Públicas, le agradaban las tilapias de Palo Alto, en Barahona. En cambio, ¿qué puede afectar al señor Gonzalo Castillo responder al preguntarle de su realidad en la cartera vial?
Se recuerda lo que respondió el presidente Hipólito Mejía, al decirle que la calle estaba dura. Simplemente recomendó andar por la acera.
¿Es posible aspirar a la Presidencia de la República sin enfrentarse cara a cara con la prensa y los políticos opositores?
Durante un tramo de las costosísimas primarias, el señor Castillo planteó ir a un debate… Tuvo suerte, nadie le respondió.
Durante los meses venideros, la única pregunta (o la más difícil para el señor Gonzalo Castillo responder, será lo relativo a su gestión en Obras Públicas, y si alcanza el tiempo, seguirá Odebrecht.
Señor Gonzalo Castillo, responda, pues el que nada debe, nada paga. Si usted no tiene nada que ocultar, ¿por qué no responder? ¡Cuidado! Quien calla otorga.