Radhamés Camacho, un antes y un después

Por Augusto Álvarez
Cuando arrastra la pobreza extrema, cuando debe recordar el día a día con los colmaderos, también el «no fío hoy, mañana sí», es parte de la historia.
Muchos políticos odian como el diablo a la cruz recordar su pasado. Sin embargo, algunos de los compañeros de parrandas tratan de seguir sus trayectos.
Aunque existen más de dos millones de historias de figuras de la política que hoy no recuerdan sus pasados, no obstante, existen quienes les recuerdan.
Alguien nos hizo llegar la foto con una leyenda anexa, de un ciudadano que invadió las redes, y aunque luce distinto, la edad y la vestimenta es otra, pero él es el portador de sus mismas huellas.
Dice un suelto en las redes, que hasta 1996, Radhamés Camacho se divertía en los colmados del barrio rindiéndole culto a Baco, mientras que en el 2004, aún no tenía 5 millones de pesos, pero hoy ¡oh, Dios! sorpresa te da la vida.
¿Sabrá algún estudioso en quién se inspiró el que escribió las letras de El Funcionario, magistralmente interpretado por Wilfrido Vargas?
Años han transcurridos de cuando se proyectó la cinta «Investigación de un ciudadano…”. También de la época en que alguien escribió ¡Se busca un hombre honesto! Pero, como dice el refrán, “a quien Dios se lo dio, San Pedro de Macorís”.