REFLEXIONES: ¿Dónde está mi difunto?

AYÚDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Veamos con atención este pasaje del evangelio de san Lucas 16:
“Pues ya no pueden morir, ya que son como ángeles; y son hijos de Dios, porque son hijos de la resurrección. Y que los muertos resucitan, lo indicó el mismo Moisés en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor: Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob. No es Dios de muertos, sino de vivos: porque para Él todos están vivos”.
Palabra del Señor.
En varias ocasiones me he referido al gran misterio de la muerte, este simple pasaje del Evangelio nos deja algunos conceptos básicos muy esperanzadores. Nos habla de tomar parte en un mundo futuro, de que habrá resurrección de los muertos. Nos aclara que después de morir somos como ángeles, hijos de Dios. Y nos revela que Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, porque para Él todos están vivos.
Víctor Martinez piensa que debemos estar tranquilos y felices por la suerte que han corrido nuestros seres queridos difuntos, sólo están muertos para nosotros que no acabamos de entender que la muerte no es más que una transformación de un estado a otro.
Sé que jamás los arrancaremos de nuestros corazones, pero hay que dejarlos partir, volar como ángeles, ellos están a disposición del Padre, y tendrán nuevas misiones que cumplir, no seamos egoístas y permitamos que disfruten de su nuevo estado en la presencia del Señor.
Mientras, aquí continuaremos la batalla por la vida.
Hasta la próxima.