REFLEXIONES: Parece que fue ayer

AYÚDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? La pérdida de un ser querido muy cercano jamás se puede olvidar, diez, veinte, treinta años después y siempre parecerá que fue ayer, sobre todo el día del acontecimiento, cada año se revive en tu corazón aquella escena.
Quienes tenemos fe elevamos nuestras oraciones al Padre y le damos gracias por el tiempo que nos prestó a ese ser querido, renunciando a su presencia y dejándole descansar en paz en sus brazos.
Es lindo vivir de los recuerdos, siempre y cuando nos sirvan para fortalecernos y continuar adelante.
Preguntarnos qué pasó, por qué, no nos corresponde, Dios tiene sus planes para con cada uno de nosotros.
Hoy debo dar gracias a Dios porque estoy entre los vivos y debo disfrutar cada día al máximo, con quienes me quedan, pues no sé si mañana me tocará a mí.
Víctor Martínez recuerda hoy a su padre con la esperanza de la Resurrección y la seguridad de que esté donde esté, está mejor que yo.
Hasta la próxima.