Una muy especial reunión

Por Augusto Álvarez

El encuentro que pretendió ser una joya de reunión de esforzados profesionales del Derecho, abortó recién comenzaron los dolores.

Con muy buena pinta, trajeados al igual que quienes ocuparan por primera vez un cargo en el Estado, los abogados intentaron reunirse.

Y en cierto modo lo hicieron, pero al estilo que acostumbró el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), y  flotando en las cabezas de todos, el nombre de Felipa Gómez.

Ese tipo de accionar, en gremios altamente tendenciados, políticamente, marcan una vieja cultura en el liderazgo nacional, donde la reelección no da lugar a figuras emergentes.

Es posible que absorbidos por el juicio en extinción del caso Odebrecht, donde muchos abogados se benefician de favorecidos del entramado de corrupción, preocupe a muchos juristas, pues si concluye el juicio, las entradas merman.

En el ejercicio profesional, en la casi totalidad de los casos, los escrúpulos se ignoran, una construcción con vicios, un aborto, lograr mediante tecnicismos ¡legales! a un confeso feminicida.

Cuentan que los Dioses diseñaron las leyes, conocedores de la existencia de seres perversos, pero alguien hizo llegar una copia a un maligno sujeto, que de inmediato se inventó un abogado.

Aunque nada humano nos resulte extraño, los abogados prologaron con un énfasis muy a su modo, el Día de la Constitución. Ese modo nos recuerda al maestro con cariño.