Los Reyes, si llegan, deben cuidarse de la delincuencia


De regreso, depositar en Najayo piezas sagradas de Odebrecht
Por Augusto Álvarez
Se estrechan las vías de acceso por el encarecimiento del barril de petróleo, tras la crisis en Bagdad. ¿Llegarán Reyes?
Si pueden hacer tan largo viaje, desde un sueño imaginario, justo donde tiene su mina el rey Salomón, nuestro pedido a las tres leyendas, sería:
– No traer nada de valor, pues la delincuencia de cuello blanco (la corrupción) se está tragando nuestro país.
– Si es posible, traigan espacio suficiente para que puedan llevarse las piezas de Odebrecht, que la impunidad dejó fuera, y para más comodidad al regreso, dejen la carga de corruptos en Najayo.
Quisiéramos entender, vendrán con un mandato especial de deidades. ¿Alguna orden especial para salir de la lacra de nuevas figuras, que en un abrir y cerrar de ojos, ahora exhiben grandes fortunas?
Ustedes han escuchado decir que ¡Dios bendice al dador alegre! Lógicamente, ese dador es un corrupto que deja caer boronas de lo que ha robado.
Como recién llegados, comprobarán que aparte de los grandes escándalos de corrupción e impunidad, de las selectivas decisiones de la justicia y los mamotretos de expedientes que instrumenta un ministerio público, con características súper especiales ¿qué de bueno tenemos en el trayecto del Sol?
¿Tendremos la dicha de que los Reyes nos regalen, aunque sea una ligera limpieza de figuras públicas, con una alta tasa de rechazo de la población?
Quién sabe si la montaña alumbra un ratón, y las tres leyendas, a su regreso al imaginario punto de partido, se lleven algunas piezas, y las depositen en Najayo.
La sabiduría popular sabe de la existencia de un traje judicial, mandado a confeccionar a la medida, si usted es funcionario. ¿También le queda dicho traje?



