El gran desafío al gobierno

Por Augusto Álvarez
El ministerio de Salud Pública, en medio de la pandemia que arropa a la nación, ahora debe enfrenarse a la descarada estafa de los laboratorios clínicos.
Sin inmutarse, y sin tener la cura para el COVID 19,los laboratorios privados fijaron en 5 mil 500 pesos a quienes deseen saber si están infectado con el virus.
Quizás lo más relevante sea que ni el ministro Rafael Sánchez Cárdenas ni el presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD), Waldo Ariel Suero, parecen no darse por entero, de lo que es un vulgar saqueo a la pobreza.
¿Cuál es la diferencia entre quienes especulan en las barriadas vendiendo la libra de yuca, con media libra de tierra para engañar a los compradores, y estos laboratorios al servicio exclusivos, de quienes tienen poder económico?
Que sencillo resulta para las autoridades desalojar a un vendedor ambulante de una esquina o imponer una multa fantasma a un conductor, pero cuando se trata de poner la ley al servicio de los humildes, reculan ante los poderosos.
En un país de leyes, ya agentes encubiertos habrían asistidos a esos laboratorios a realizarse la prueba, y al salir con su recibo de pago, un solo oficial se presentaría con la orden de cierre.
Por lo pronto, se estaría forzando a los pobres a buscarse los miles para la prueba o que se las arreglen a su modo.



