Gobierno viola su ley; el “Penco” se promoverse con Covid-19
JCE está ciega, sorda y muda
Por Augusto Álvarez
El gobierno dominicano parecería interesado en reducir la pobreza, concentrando a golpeados por la miseria para repartir migajas.
Es la única lectura asimilable, al observar un tumulto de personas concentradas para recibir una fundita con algunos productos alimenticios.
La propaganda del ministerio de Salud Pública, según se aprecia en video, fue elaborada en otro litoral del oficialismo, pues en ella se recomienda la distancia entre personas, así como dar cumplimiento a sus instrucciones sobre el coronavirus.
¿Por qué en los lugares donde se reparte alimentos a los necesitados, la Policía Nacional y Salud Pública no se coordinan y evitan esas aglomeraciones?
[Indiscutiblemente, la falta de transparencia de la Junta Central Electoral (JCE) y su pleno, o el temor al poder, hace que ese organismo se mantenga silencioso ante la campaña publicitaria, a destiempo, del candidato presidencial del partido de Gobierno.
Gonzalo Castillo se está aprovechando de una crisis nacional, causada por pandemia que amenaza con exterminar a la sociedad, para proyectar su candidatura y la JCE se hace de la vista gorda.
La JCE, después se “quilla” cuando los jóvenes y la sociedad critican su irresponsabilidad y falta de transparencia.]
Ese lamentable espectáculo de observar peleándose por una fundita, desafiando al coronavirus, debería obligar a quienes dirigen el circo, ha humanizarse y pensar que quizás, sin darse cuenta, están alimentando la expansión de la pandemia de coronavirus.
La JCE tiene ceguera
Mientras, tanto, los candidatos del oficialismo, y ante la ceguera de la Junta Central Electoral (JCE) aprovechan la expansión del Covid-19, para autopromoverse políticamente.
¿Qué autoridad podría detener la concentración de los hijos de la miseria para recibir unas migajas? ¿Quién frenará, que a la sombra del coronavirus, los políticos oficialistas sigan en campaña?
En cuanto a la publicidad política a destiempo, el pleno de la JCE parece estar ciego, sordo y mudo, no advierte lo que no quiere ver.
