REFLEXIONES: Luchemos contra las tentaciones

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Hola, amigos, ¿qué tal? San Mateo 4 nos habla de las tentaciones de Jesús en el desierto, cómo se vio sometido por el diablo en diversas situaciones en las que lo provocaba para hacerlo caer.
“Vete satanás, porque está escrito: Al Señor tu Dios adorarás y a Él solo darás culto”, el mal, las tentaciones, el diablo lo dejó y entonces llegaron los ángeles a servirle.
Los hombres no podemos estar sin tentaciones en este mundo, debemos cuidarnos y velar en oración para que el mal no nos engañe, nadie es tan perfecto y santo que no tenga de vez en cuando tentaciones.
Sin embargo, a todo debemos sacarle partido, pues, aunque las tentaciones sean molestas son útiles, pues a través de ellas aprendemos a ser humildes y somos purificados cuando nos arrepentimos.
El problema está que en nosotros mismos está la causa por la que somos tentados: el haber nacido con la concupiscencia, (deseos de bienes materiales o terrenos, en especial deseo sexual exacerbado o desordenado).
Huyendo de las tentaciones no es como las vencemos, es a base de oración, humildad y paciencia para hacernos más fuertes, hay que arrancarlas de raíz con la ayuda de Dios, tienes que ser constante de ánimo y poner tu confianza en Dios.
Víctor Martínez te recuerda, que la tentación, primero se te presenta en la mente, como un simple pensamiento; después, una fuerte imaginación; luego el deleite, el impulso deshonesto y el consentimiento, ahí vence el maligno.
Señor no nos deje caer en tentación y líbranos del mal. Amén
Hasta la próxima.