REFLEXIONES: Qué bien se está aquí
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Esa maravillosa sensación de paz, de bienestar, de seguridad que sintieron Pedro, Santiago y Juan cuando el Señor se los llevó aparte a una montaña alta, (Mateo 17), es la misma que sentimos nosotros cuando nos acercamos al Padre y nos dejamos guiar por El.
Si somos obedientes como Abrán (Génesis 12) El nos bendecirá, pues la Palabra del Señor es sincera y todas sus acciones son leales, por eso su misericordia vendrá sobre nosotros tal como lo esperamos de EL (Salmo 32).
Dios dispuso darnos su gracia por medio de Jesucristo, llamándonos a una vida santa, no por nuestros méritos, (San Pablo a Timoteo 1) y es por esto por lo que debemos sentirnos como el hijo amado, predilecto, pues un día lo veremos radiante, transfigurado ante nosotros, todo depende de que nos comportemos como sus verdaderos hijos.
Víctor Martínez se despide hasta la próxima.
