Denuncian en morgue del Moscoso Puello hay 36 cadáveres desde hace días


Por Augusto Álvarez
El ministerio de Salud Pública, además de resistirse al colapso de la salubridad en República Dominicana y de estar maquillando boletines, tiene depositado 36 cadáveres, víctimas de coronavirus, en la morgue del Hospital Francisco Moscoso Puello, del Distrito Nacional, denunciaron este martes empleados de ese centro médico estatal.
¿Qué piensa hacer el Ministerio de Salud Pública con las víctimas sin apellidos?, preguntó esta mañana un médico del Moscoso Puello, quien describió la situación de tétrica.
De acuerdo a la información obtenida por este digital, 36 víctimas del COVID-19 se encuentran almacenadas en la morgue del Hospital Francisco Moscoso Puello, a la espera “del deseo” de la autoridad que autoricen la construcción de una fosa común.
Es posible que las víctimas del COVID-19, en este centro hospitalario sea mayor, pero al ofrecer el ministro Rafael Sánchez Cárdenas boletines globales, resulta más cuesta arriba conocer las particularidades sanitarias.
El almacenamiento de victimas del COVID-19 en el Moscoso Puello ha llegado a un nivel tal, que incluso, a una empleada de ese hospital, se le murió su madre, en su propio hogar, y 36 horas después, se niegan a recoger el cadáver.
Así lo explicó la señora Santa Acosta, a través de un video que hizo público, donde señala que tiene 18 años de labor ininterrumpida en el servicio de Salud, y, a pesar de eso, Salud Pública no ha atendido su petición de recoger el cadáver de su madre.
La señora Acosta labora, concretamente, en el Hospital Moscoso Puello y afirmó que “parecería se busca que todo el pueblo se muera”.
Deberá explicar el ministro Rafael Sánchez Cárdenas, cuál es la realidad referente al almacenamiento de víctimas del COVID-19, no sólo en el referido hospital, sino en los distintos centros médicos nacionales.
Esta situación da razón a los sectores, incluyendo la Iglesia Católica, que han denunciado el colapso hospitalario en República Dominicana, donde, previo a la aparición de COVID-19, el Gobierno se vanagloriaba en resaltar su inversión en ese sector, alegando que era de los mejores en Latinoamérica, lo que ha resultado un fiasco.



