Duquesa, entre la riqueza y la hambruna


Por Augusto Álvarez
Duquesa constituye desde su primer día, un depósito de basura para generar millones de pesos.
Aparte de los negocios que se realizan a las sombra de los vertederos, únicamente los buzos podrían ser receptivos de algo de valor extraviado y llegó a los zafacones.
Muchos que quizás entendían que la basura constituía algo asqueante y denigrante, pronto cambiaron de criterio al comprender que era también una fuente de riqueza.
Desde que arrancó la discusión para llevar a un vertedero la basura, ahí se empezó a producir dinero (en comisiones, equipos y empresas a contratar) y también el humo letal que arropa grandes zonas.
Las inversiones que se realizan para extinguir la humareda, no cubren en nada a las personas asmáticas y con otros males respiratorios, que ahora deben esperar semanas para separar el humo de sus pulmones.
Además de las pérdidas que la improvisación en Duquesa ha generado ¿quién responde por el daño a la salud?
Con las inversiones que se realizan para poner fin al fuego y la humareda en Duquesa, sucederá lo mismo que en la reparación del 7mo. Cielo de estadio Quisqueya, donde el Estado pagó y el empresariado la mano se lavó.
El ministro de Obras Públicas habló de 7 días para poner un final a la humareda y los graves daños al ser humanos, ¿qué?
La corrupción, los negocios que se mueven ¿al margen de la ley? dejan tanto millones, que hasta nuestros días en algunos estados de la Unión americana, la mafia italiana controla la recogida de basura.



