REFLEXIONES: Alguien me reclamó

AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? Una vez alguien me llamó para reclamarme por qué defendía a los gays, le respondí que mi naturaleza está en defender siempre a los más humillados, débiles, a quienes tienen desventajas, a los marginados y maltratados, a aquellos que, si Jesús estuviera en la tierra, fueran sus predilectos.
Una vez estando muy joven me criticaban por defender a las prostitutas, con mis conferencias, orientaciones y grupos de terapias, en un centro de hermanas religiosas, cuando todos las denigraban y humillaban.
Cuando defendía a los izquierdistas, supuestos comunistas, que estaban en defensa de los derechos humanos del pueblo y en contra de regímenes extremistas, tenía compañeros que me marginaban y externaban comentarios, por ser de una familia que, desde el dictador aquel, luchó contra la tiranía perdiendo a varios de mi familia.
El primero que habló de educación inclusiva, en este país fue Víctor Martínez, cuando en el 1974 fundó un colegio que le abría las puertas a todos los chicos y chicas expulsados de los colegios por bajas calificaciones, problemas conductuales y dificultades de aprendizajes, enseñándolos a sentirse aceptados, comprendidos, amados.
Crecí desde los 11 años en los barrios marginados, dando catequesis, ayudando a los más pobres, sirviendo en mi parroquia a través de los grupos juveniles de aquel entonces y defendiendo sus derechos cuando apenas conocía los míos.
Solo he defendido lo que considero justo, todos son mis amigos y encontraran siempre en mí una mano amiga. Dios los bendiga.
Hasta la próxima.




