REFLEXIONES: Piénsalo bien, antes de casarte
AYUDAME A SALVAR UNA VIDA
Hola, amigos, ¿qué tal? ¿Te vas a divorciar? Cuando decidimos contraer matrimonio frente a Dios, al juez o a nosotros mismos, porque hicimos un acuerdo mutuo, estamos asumiendo una responsabilidad social, humana, personal, familiar, en la que involucramos a familiares y amigos e incluimos muchas veces a nuevas criaturas inocentes que traemos al mundo para formar familia.
Esto no es un asunto de juego, esto es más serio de lo que te imaginas, por tanto, no puedes estar jugando con sentimientos ajenos, dañando personas, dando malos ejemplos y comportándote con mediocridad.
Romper tu relación, terminarla, desprenderte de quien tantas veces ha sido una sola persona junto a ti, es como si estuvieras amputando tu mano derecha.
Nada ni nadie sobre este mundo debe tener el poder de destruir lo que ayer fue una relación que creció en el amor, que se construyó en aras de la paz.
Tienes que luchar, buscar ayuda, agotar recursos, dar mucha rodilla, y si al final, muy al final y después de grandes esfuerzos por arreglar las cosas, no es posible, porque ese es tu destino, pide a Dios que ilumine tu camino y te revele el bien escondido tras esa situación. ¡Ah! y por favor, cuiden no herirse, ni dañar mucho a quienes le rodean.
Víctor Martínez te recuerda que es esta la razón por la que debes pensarlo bien, antes de casarte, con calma, ver si estas listo, maduro para dar ese paso tan sagrado de unirte a alguien para formar familia.
Hasta la próxima.