REFLEXIONES: ¿Qué vamos a hacer con las abuelas?
Hola, amigos, ¿qué tal? Comprendo este escándalo internacional que nos llenó a todos de grandes miedos, que marginó a los adultos mayores, a quienes muchos aislaron como si fueran especímenes extraños que llegaron de otros planetas y nos podían contaminar. Algunos hijos “cuidándolos”, otros cuidándose de ellos.
Los que estamos enmarcados en ese grupo sufrimos nuestra crisis existencial, abatidos por la actitud mundial muchos se sintieron una carga, un problema, un desecho del cual era mejor salir para no enfermar al mundo.
Mañana es día de las madres, de las abuelas, de esas que no han dejado salir y han tenido confinadas para evitar el virus, ¿Qué pasará con ellas? ¿No hay nietos, no habrá abrazos, ni besos, ni agradecimientos?
¿También vamos a felicitarlas por zoom?
No sé, pero pienso que la crueldad no puede llegar a tanto, madre es madre, abuela es abuela, privar del contacto humano a un ser que por su edad necesita tanto del calor de sus hijos y nietos es el peor virus. Es más, atrévete y reto a todos los hogares para que me reporten cuánta contaminación hubo con las visitas de las madres.
Víctor Martínez no tiene madre, ni abuelas, a quien felicitar, abrazar, besar, es por esto que acudo a mi Madre María, pidiendo bendecir a todas las madres y abuelas del mundo, principalmente a las que se sienten solas, abandonadas, marginadas, después de haber dado su vida por los suyos, bendícelas Señor y has que sientan tu presencia en sus corazones.
Hasta la próxima.
