Botello, entre las patas de los caballos


Por Augusto Álvarez
Decía un amigo, que lo que ocurrió con el diputado Pedro Botello, en La Romana, constituyó el prólogo de una obra bien ensayada.
En una palabra, se trató de una farsa teatral, a la cual se hizo necesario reforzar con el anuncio de los millones que invirtió el gobierno para comprar los votos que posibilitaran aprobar la extensión de la emergencia sanitaria.
Lo que se cocinó en la Cámara de Diputados, pone en evidencia lo que dice el cantautor que todo tenemos un precio.
Ya es muy tarde para enredarse en determinar cuál fue primero, si la gallina o el huevo, cuando todos señalan a Botello, ¿Fue su jefe que refirió que cantó como un gallo y puso como una gallina?
La política de alianza coyuntural entre las organizaciones que adversan al oficialismo, volverá a tratarse, pues al parecer, no resulta tan sencillo sostener la transparencia entre aliados.
La suerte está echada, el sufragante es el gran jurado, ahora que pague quien el tribunal del pueblo encuentre culpable, aunque resultará muy difícil a Pedro Botello y quienes hicieron posible la extensión sanitaria, salirse de las patas del caballo.



