Covid-19, cifras y facturas
La escalada pandémica, de gran provecho para algunos, no es la única desgracia que se ha ensañado contra la población.
La letanía, es decir, la lectura de los boletines epidemiólogos (inflados o no), parecen haberse elaborados por un estratega militar, aplicando la teoría de cerco y aniquilamiento, siendo las estadísticas leídas por el ministro, doctor Rafael Sánchez Cárdenas, quien al decir las víctimas e infectados por el coronavirus, tambalea a la población, que en su hogar, al recibir la facturación energética, sólo clama justicia.
Quienes logren sobrevivir a la letal pandemia, y estén recibiendo un ¡salario! 4 ó 5 mil pesos al mes, pese a tener bono luz, no es posible pagar la abultada facturación.
Los que arriesgan la vida en el aseo de la ciudad (que en cualquier parte, juntos a los bomberos) son merecedores de un salario decente ¿cuáles posibilidades tienen de escapar del coronavirus y la alta facturación?
El incremento es multilateral, los hospitales al tope, las cárceles al tope, los actos delincuenciales, igual, mientras que el dislocamiento en los listados en la JCE, avanzan por la curvita de la Paraguay.
Ante la crisis provocada por la letal pandemia y la manipulación política y el vergonzante atraco a la economía de los pobres, implícitos en la facturación energética, la salida de la encerrona se visualiza a la distancia de agosto.
