COVID-19, maldición para muchos y bendición para otros

Por Isidro Hidalgo
SANTO DOMINGO, R.D.
Cuando pasemos revista a COVID-19, índice apuntará a quienes se han pasado todo el tiempo como las gallinas, cacareando, sin combatir esa pandemia con objetividad, en forma científica, tratando de sacar ventajas políticas, como en Puerto Plata, y no tomando medidas a tiempo, como en San Francisco de Macorís.
COVID-19 ha sido, en República Dominicana, una bendición para quienes estaban desesperados, se sentían defraudados, ya que, pese a gastar millones y millones de pesos, no lograban el apoyo popular.
COVID-19 ha sido manejado para sacar ventajas políticas. Por eso estamos perdiendo la batalla contra esa pandemia.
COVID-19 ha llevado luto y dolor a cientos de miles de dominicanos… COVID-19 ha dado un alivio a los muertos políticos, que parecen olvidar que, quien va a morir se alivia.
COVID-19 sacó de sus escondites a los cocuyos, que ahora andan por ahí, a toda hora la noche y hasta de madrugada, dándole funditas a la gente a cambio de un voto. Eso demuestra la desesperación.
La historia de COVID-19 se recordará por el fracaso de un Gobierno, que su Cancillería ha sido incapaz de auxiliar a los dominicanos en el extranjero para retornarlos a su país.
Con COVID-19, retornaron los abusos políticos, la corrupción creció y la represión ha estado a la luz del día, amén de que muchos altos mandos militares y policiales, se mueven como activistas políticos, reprimiendo a la oposición e ignorando las aglomeraciones que incentivan la propagación de la pandemia.
Con COVID-19, en materia de seguridad, el país sigue siendo un fracaso, pues la inseguridad ciudadana sigue brillando.
Con COVID-19 surgió un “santo” en República Dominicana que, temprano o tarde, tendrá que pararse frente al altar y confesar sus pecados, antes, durante y después de pasar por el Ministerio. Y, aún falta más.