En RD Covid-19 tiene dos caras, una política y otra de sanidad

Por Augusto Álvarez
La curva de la pandemia, vista a la distancia del 5 de julio, debe ser más sinuosa, pues así conviene al oficialismo.
¿Quiénes vendieron conciencia y dignidad votando a favor de la emergencia sanitaria, con los recursos económicos que llegaron a su cuenta bancaria? ¿Para qué preocuparse?
El gobierno ha utilizado su Congreso para tratar de poner una verja metálica infranqueable a la oposición, encerrándola (o tratando de hacerlo) entre el coronavirus y la represión.
No habrá tregua, los boletines del ministro de Salud Pública se irán inflandos o desinflandos, conforme determinen las encuentras ordenadas por el oficialismo.
[Tal y como lo prometió, se espera que el diputado Pedro Botello identifique a los diputados, que denunció, se vendieron al Gobierno para respaldar la extensión del estado de emergencia por otros 17 días.]
Aunque es bueno aclarar, que nadie pierde públicamente en las encuestas que paga, aunque en lo interno, los resultaron sean otros.
Los casos de corrupción y de funcionarios corruptos, serán ignorados, mientras que se incrementará la repartición de todo lo que el oficialismo sea capaz de oferta.
Con los beneficios políticos que ofrece la emergencia extendida, al candidato oficial y el cerco represivo ¿qué espacio queda para la oposición?
Los números que reflejan las encuestas, es lo que ha forzado al gobierno a limitar más el espacio de la oposición. Mientras la gente se pregunta, ¿qué hace la JCE? Nosotros agregamos ¿y cuándo iniciará sus funciones la fiscal electoral?
Será más drástica la emergencia donde más débil están las fuerzas de Gonzalo Castillo, provincia La Altagracia y el Gran Santo Domingo, es las encuestas quienes van indicando al oficialismo sus puntos débiles.
¿Qué hacen las principales figuras de oposición? Denuncian casos de corrupción, lo cual llega a un segmento de oído, mientras el círculo represivo contra la oposición crece.