La academia virtual de policías
Por Augusto Álvarez
Cada cierto tiempo, aquí, allá, en el cine, se nos refiere de un exceso policial, en donde el ¡protector! de vida decide por quitarla.
En muchas cárceles de distintas naciones, algunos reclusos logran salir y reintegrarse a la sociedad, con un título universitario.
Ahora, la tecnología, en especial, con la llegada del coronavirus, hasta los más lejanos rincones, la enseñanza virtual, así como el trabajo, constituye una herramienta de primer orden.
La enseñanza virtual a un policía, incluirá la técnica de ejecución selectiva, cuando llegue el entrenamiento presencial.
La policía de Los Ángeles, en marzo de 1992 (¿o fue en abril?) cuando enviaron con pasaje al cementerio al taxista afroamericano Rodney King, simplemente hizo lo que aprendió.
El manual es universal. ¿Recuerdan el caso del doctor Argenis Martínez, a quien murieron estando dentro de un vehículo de la Policía gritando: «Me van a matar»?
En Nueva York, un afroamericano, con su cartera “intentó” dispararle a la policía y lo dejaron con más huecos que un colador.
El mismo manual entró en vigencia, otra vez, para que la policía de Minneapolis estrangulara a George Floyd.
Floyd, luego de escaparse del coronavirus, fue ahorcado, pese a gritarle a su verdugo: » por favor, no me mate, no puedo respirar» y, pese a los lamentos, el policía racista, cumplió con lo que aprendió en el manual.
