¿Qué se cocina en la JCE?
Algo huele mal en Dinamarca
Por Augusto Álvarez
SANTO DOMINGO, R.D.
Es preocupante el caso hacia el interior del Junta Central Electoral (JCE) relativo a dislocamiento de padrones.
El solo recuerdo de la crisis que se generó ese organismo durante las primarias, luego las municipales abortadas en febrero o cuando debajo de la moralidad, se puedo olfatear todo un andamiaje de perversidad.
Desde el centro mismo del tribunal de elecciones, gente con mucho poder, se conjuró para implicar a un oficial superior y a un técnico telefónico, en una trama que buscar sacar de circulación, al licenciado Luis Abinader, candidato del Partido Revolucionario Moderno (PRM).
Solo la presencia de organismo internacionales y la presión popular, pudo hacer posible que el coronel Ramón A. Guzmán Peralta, de la avanza seguridad del candidato puntero, no se quemara en la hoguera que se diseñó en su contra.
[La falta de credibilidad en la JCE que, parecería se estaba reduciendo, ha vuelto a ponerse color de hormiga. No hay fe en la JCE. No hay transparencia. Esto es peligroso y si ocurre un desastre en las elecciones del 5 de julio, de seguro que podría encenderse una mecha sobre un barril de pólvora. Y eso hay que evitarlo.]
Ahora, la Junta Central Electoral (JCE) da la impresión de estar cocinando algo que no es del agrado de la oposición, como por ejemplo el dislocamiento de padrones.
En Nueva York, ya llueven las denuncias, de quienes están registrados en la Gran Manzana y ahora parecen con deben de sufragar en el Distrito Nacional. O quienes están inscritos en el Distrito Nacional y aparecen en centros de votaciones de Panamá o París.
Diría un amigo lector; Algo se está cocinando. Algo huele mal en Dinamarca.
En la capital dominicana, una abogada que nunca ha salido del país, tendrá que viajar a ciudad Colón, en Panamá para cumplir con su deber ciudadano.
Mientras la Junta Central Electoral (JCE) condimenta lo que cocinará, los hijos de Elías Wessin Chávez, que siempre han sufragado en el club Los Prados, fueron enviados a votar a Paris, Francia.
