REFLEXIONES: Estudiantes agradecidos
Hola, amigos, ¿qué tal? Siempre he dicho que soy el hombre más feliz del mundo, aun cuando algunos días te traigan momentos difíciles.
El día de las madres, amanecí nostálgico, entre otras cosas por la falta de mi madre, claro, tranquilo en mi casa y mientras conversaba con mi hermana que me llamó, le expresaba mi queja por no tener ni un vinito, hoy domingo, ni saber cómo enfrentaría la semana, por la poca productividad en la que nos ha dejado inmerso este invento viral.
Toca el timbre, interrumpo la conversación y aparece el conserje, “esto le dejó un alumno”, una botella de vino y un sobre que decía, Director Víctor Martinez.
Sin nombre, sin nada escrito, recibí con que enfrentar la semana e ir al super.
Lágrimas corrieron por mis mejillas y mi oración fue instantánea: “Gracias Padre por tu amor, perdóname por quejarme cuando siempre he sabido que solo tengo que tener fe, bendice a ese alumno agradecido que muchos años después se acordó de su director de colegio”.
Quedé sin palabras, otra muestra más del amor de Dios y un fiel testimonio de que dando es como recibimos.
Miles de estudiantes transformados, orientados, rescatados y siempre aparece un agradecido que, en nombre de todos, hace acto de presencia, orando por mí, externándome palabras de amor, poniéndose a la orden, dejándome saber que 35 años de ardua labor educativa, valió la pena.
Hasta la próxima.
