REFLEXIONES: Qué importa lo que digan

Hola, amigos, ¿qué tal? Waooo ¡qué éxito!, al fin me importó en la vida lo que digan o piensen los demás, quizás esto sea señal de madurez.
Me he pasado mis mejores años preocupado por el que dirán, hablaron los de mi parroquia, hablaban los de mi colegio, hablaban “los que me querían”, hablaban quienes me conocían y aún hablan hasta los que no me conocen.
Mientras, yo continuaba trabajando, sirviendo, ayudando, entre aciertos y desaciertos, pero sin mirar nunca hacia atrás, sin desanimarme, firme, bien enfocado y seguro de cumplir con la misión que Dios ha puesto sobre mis hombros.
Más éxitos igual a más envidias, descubrí que en verdad a los árboles a los que se le tira piedras es a los que dan frutos. Me decía Monseñor Pepén si no quieres que hablen mal de ti, no hagas nada, pasa desapercibido en la vida y no brilles.
Hoy, ni me interesa lo que piensen o digan los demás, siempre he sido yo y mis circunstancias, al pasar balance ante Dios: un colegio diferente, por donde pasaron miles de jóvenes rescatados, hoy productivos y felices, dos parroquias construidas sirviendo a la comunidad y glorificando al Padre, miles de militares que fueron catequizados, presos que fueron reivindicados, con mis prédicas en las cárceles, dispensarios médicos que han asistido a tantos enfermos, retiros espirituales que salvaron la vida y transformaron a tantos jóvenes de tantos colegios, en fin, la semilla ha sido regada y aunque la cizaña me ha querido en ocasiones ahogar, aquí estamos Señor para seguir cumpliendo con tu voluntad.
Hasta la próxima.