REFLEXIONES: Secretos de Estado

Hola, amigos ¿qué tal? Soy un inexperto en asuntos polÃticos, pero mi capacidad, intuición, poca sabidurÃa divina, meditaciones profundas, en ocasiones me revelan ciertos pensamientos que parecerÃan lógicos, por eso me voy a atrever a tocar este tema.
Para ser presidente de un paÃs, pienso que usted tiene que lidiar y pactar con los empresarios, la Iglesia, los americanos, los militares y el pueblo, pero además con Dios como fuerza principal que debe regir sus intenciones y acciones.
Los asuntos que debe amarrar un polÃtico con esos diversos sectores para llegar ahà no son fáciles, sobre todo que cualquiera de ellos podrÃa hacerle fracasar; navegar en esas aguas, complaciendo, cumplimiento con lo prometido, respondiendo en ocasiones a esos intereses, no es tan fácil como la gente cree.
Hay acuerdos de aposento, secretos de estados, que solo un presidente conoce, por eso quienes creen que subirán al poder sin contar con esas fuerzas están equivocados.
De todos ellos el que más me concierne no es ni siquiera la Iglesia, es la presencia de Dios en la vida de un presidente, tomarlo en cuenta en todas sus acciones, actuar conforme a sus leyes divinas y a sus preceptos, invocar su presencia cada mañana, mantener la ética, la actitud cristiana de defender a los más necesitados, son un reflejo de que estamos en buenas manos y saldremos airosos.
¿Cuándo se dañan las cosas? Cuando los presidentes se creen dioses por su poder, se casan con el mal, se corrompen, le dan la espalda a Dios y creen que son ellos los que deben gobernar prescindiendo de Su Presencia.
VÃctor MartÃnez pide no dejar de elevar nuestras oraciones por nuestro paÃs.
Hasta la próxima.